martes, 15 de octubre de 2013

Lo que realmente me apasiona.

La verdad, esto de los blogs no es lo mío. No se si seguiré escribiendo cosas, o bien me cansaré de escribir, como ya me he cansado otras veces. Además, estoy cursando 2º de bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza, y no creo que escriba en bastante tiempo. Me repito: Esto de los blogs no es lo mío. Pero sí se que lo mío es el teatro.
El teatro... Qué palabra tan común en nuestras vidas... Una palabra que se suele usar día si y día también. "Me voy a ver un Molière al teatro", "Vamos a hacer una obra de teatro en el instituto, ¡qué bien!". Y una palabra que me encantaría que formara parte de mi día a día, parte de mi trabajo. Un trabajo mágico, espeluznante, único. Y es que cuando digo trabajo, es que hay trabajo. Mucha gente piensa: "Vaya, que bonito que quieras ser actor..." "Ojalá cuando seas mayor te vea en la tele, y diga: ¡Conozco a ese chico!". Para mí, especialmente, no es tan fácil. Yo he sido siempre amante del arte, ya que mis padres me han inculcado todo lo que lleve una etiqueta que ponga "ARTE". Además, ellos también llevan el arte en su vida, dentro de sus vidas. Mi madre es actriz, y mi padre empezó (aunque no acabó) la carrera de Bellas Artes. ¿Y yo? Dentro de una familia tan artística, ¿Cuál es mi papel? Pues veréis, siempre me he decantado por la música. ¿Y por qué no te quieres dedicar a la música, Gustavo? Porque no quiero. Porque siempre hay alguna cosa que pensabas que era algo bonito, y realmente, andas engañado. No digo que la música sea el horror de mi vida ni mucho menos, no obstante digo que para llegar a ser músico profesional hace falta un "algo". Ese "algo" con el que todos nacemos, y que condiciona nuestro punto de partida hacia el futuro. Cada persona tenemos ese "algo" de distinto tamaño y forma. Anduve engañado durante mucho tiempo. Mi "algo" no es ni será la música. ¿Por qué os cuento todo esto? Porque es difícil darse cuenta de que en realidad te guste una cosa que no has hecho nunca en tu vida, y que justo te des cuenta a los 17 años. Nunca en mi vida he actuado de forma seria. NUNCA. ¿Y entonces, por qué te quieres dedicar a esto, Gustavo? Porque siempre me ha gustado el teatro, y nunca lo he sabido. Porque cuando actué por vez primera de forma más o menos seria disfrute millones de veces más que con una audición del conservatorio. Porque tengo un "algo". Un "algo" dedicado exclusivamente al teatro. Pero me hace falta desarrollar ese "algo". Dentro de lo que viene a ser nada me examino de la Selectividad, o de las PAU, como queráis llamarlo. Y por lo tanto, también saldrán las fechas para la prueba de acceso a las escuelas de Arte Dramático. Da miedo. Da muchísimo miedo. Nunca he hecho teatro, y dentro de un año más o menos decido presentarme a tales pruebas. Y no quiero que sea aquí en Valencia, sitio donde vivo. Sino que quiero y deseo con todas mis ganas que me acepten en la RESAD de Madrid, donde la educación actoral que te puedan otorgar es mejor que en otros sitios. Conclusión: Estoy loco. Lo primero que me viene a la cabeza es que no me van a elegir hasta por lo menos dentro de 5 años. Y para colmo, siempre me comparo con algunos de mis compañeros de clase, que desde hace bastante más tiempo quieren ser actores. Irene Colomer, Majuelo, Rita, David, Marta, Kryzia, Carmen... Y por supuesto que ellos van mucho más preparado que yo para hacer cualquier prueba, sea por haber desarrollado su técnica, o por tener un "algo" mucho más brillante o mucho más grande. Por lo tanto, muerome de ganas de trabajar, de mejorar como actor lo máximo posible en el mínimo tiempo posible, para que me lleguen a coger y que me formen como actor. Y eso conlleva a que necesite practicar en algún cortometraje, o alguna obrita de teatro donde adquiera experiencia. A eso era a lo que yo quería llegar con esta publicación en mi blog. Necesito que haya alguién que me de la oportunidad de seguir creciendo como actor y como persona, y por supuesto, no quedarme atrás en ningún momento.
Fin.
Twitter: @GustavoColomer
Facebook: Gustavo Pérez Colomer.